Estuve toda la tarde considerando qué disfraz me pondría para mi fiesta de Noche de Brujas. Al principio estaba medio perezosa y probé con l...

¡FELIZ NOCHE DE BRUJAS!

Estuve toda la tarde considerando qué disfraz me pondría para mi fiesta de Noche de Brujas. Al principio estaba medio perezosa y probé con la opción más fácil, peinándome el cabello hacia delante.


¿Cómo, no lo captan? ¡Es el tío Cosa, de la familia Addams! De acuerdo, no tiene tanta gracia, por eso lo descarté. Pensé además que, si salía así a la calle, me daría de narices contra todas las columnas del alumbrado público, estropeando mis fabulosas gafas de sol.

Coloqué todos los pelos en su sitio y me puse una sábana sobre la cabeza.


Tienen razón, ningún fantasma con un mínimo de autoestima andaría por ahí con una sábana floreada, pero en mi casa no usamos sábanas blancas. Después de mirarme al espejo, devolví la sábana a la cama.

"¡Oh, qué demonios!", me dije. "¡Sé un poco más atrevida, chica, que ya tienes más de dieciocho años!" (No pienso decir mi edad.)

Me puse las pilas, pues, y terminé con este sexy atuendo:


¡Listo!, ya puedo ir a divertirme por ahí. Aprovecharé para hacerle un maleficio a la vieja de al lado y más tarde me reuniré con otras brujas para un aquelarre. Nuestra poción mágica incluirá alas de murciélago y orejas de políticos (los políticos no necesitan orejas; total, nunca escuchan).

¡¡Feliz Noche de Brujas!!
¡¡JI JI JI JI JI!!

G. E.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Nah, si vive como un rey :-D http://elmundodegissel.blogspot.com/2011/07/mi-gato-y-yo.html ¡Saludos!

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